domingo, 16 de febrero de 2014

1.Libro: Tengo ganas de ti

No hay nunca un porqué para un recuerdo; llega de repente así, sin pedir 
permiso. Y nunca sabes cuándo se marchará. Lo único que sabes es que 
lamentablemente volverá. Aunque por lo general son instantes. Y ahora sé 
cómo hacerlo. Basta con no detenerse demasiado. En cuanto llega el 
recuerdo, hay que alejarse rápidamente, hacerlo en seguida, sin miramientos, 
sin concesiones, sin enfocarlo, sin jugar con él. Sin hacerse daño.

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