No me lo puedo creer. Es el amor. El amor con mayúsculas, el amor loco,
esa felicidad absoluta, ese que desplaza a todos los demás, por guapos
que sean. Amor infinito. Amor ilimitado. Amor planetario. Amor, amor,
amor. Tres veces amor. Querrías repetir esa palabra mil veces, la
escribes sobre el papel y garabateas su nombre, pese a que, a fin de
cuentas, apenas sabes nada de él.