martes, 22 de mayo de 2012

4.Libro: Perdona si te llamo amor

Noche. Dibujar con una caricia los confines de lo que se siente. 
O intentarlo al menos. Y perderse entre su largo cabello 
ligeramente húmedo todavía. Y andar a tientas casi en aquel 
deseo sofocado, tímido, embarazoso, en aquel sentirse desnudar, 
descubrir que se tiene miedo a atreverse. Pero tener ganas. 
Tantas. Y seguir adelante así, dejándose llevar por la corriente 
del placer. Y seguir así, con esas notas que acompañan con dulzura
el latido de sus corazones.

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