Aunque mucha gente cree que es nuestra mente la que
controla nuestros actos, a menudo, es el corazón el que más
trabaja. Puede obligarnos a hacer las mayores locuras, pero
también a hacer que nos arriesguemos en nuevas aventuras.
Porque, cuando abrimos nuestro corazón podemos explorar
un mundo de amor y llevarnos una agradable sorpresa con
las personas que ya están en nuestra vida. Pero, por desgracia,
nuestro corazón es muy sensible y cuando nos lo parten, todo
lo que lo rodea, queda hecho pedazos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario